Los acontecimientos históricos que se están viviendo estas últimas semanas en Chile, Bolivia, Colombia y Ecuador, así como las anteriores en Brasil o Venezuela, nos preocupan como personas que ejercen la docencia e intentan explicar los hechos sociales. Nos preocupan los silencios cómplices de algunas instituciones y personas, que miran las noticias como si lo sucedido fuera una realidad virtual.
Las desigualdades sociales están en la base de muchos odios y rencores que han aflorado estos últimos meses. Y ante ello la acción del Estado, a través de la educación, la sanidad, la protección social e individual, es fundamental. Sin embargo, ello no siempre se produce de acuerdo con los principios de convivencia democrática. Más de una vez triunfan los intereses particulares de unas personas, las denominadas oligarquías.
Desde 2008, el Geoforo Iberoamericano de Educación, Geografía y Sociedad se ha preocupado de difundir los principios del conocimiento democrático que facilite la convivencia personal, más allá de las discrepancias ideológicas. Por eso, en estos momentos en que se produce la quiebra del comportamiento ciudadano, queremos agitar el cocimiento crítico ciudadano que venimos defendiendo desde hace más de diez años.
Queremos proclamar que la alternativa a los pactos y diálogos democráticos no es la barbarie del miedo y la fuerza bruta de las balas, cañones, asaltos y exilios, que repudiamos con firmeza. Es necesario recuperar un espacio público educativo y para ello debemos recuperar la vía de la política, del estudio de las actuaciones del ser humano en sociedad, que tiene claras implicaciones espaciales: el territorio con sus fronteras, las agresiones al ambiente planetario y la creación de guetos y marginaciones.
Es hora de propiciar, desde una geografía comprometida socialmente, la redefinición del espacio público. Y para ello es preciso leer las normativas legales desde los momentos históricos en que estamos inmersos. Frente a la inmediatez e individualismo que se propician desde los instrumentos de comunicación se hace preciso imponer una reflexión serena que facilite el diálogo. Y ello nos permite también utilizar las redes sociales, pero de una forma más analítica y buscando llegar a metas colectivas que se puedan compartir
En este sentido hay iniciativas que respaldamos, como la de los colegas universitarios de Chile, que buscan desarrollar una carta constitucional que permita superar la vieja Constitución que se hereda desde los tiempos de Pinochet. La ciudadanía es siempre la respuesta a las incertidumbres del momento histórico.
Enlace a la
CARTA CIUDADANA
HACIA UNA CONSTITUCION VIABLE: LA URGENTE INCORPORACIÓN
DE UNA ECONOMÍA ECOLÓGICA-REGENERATIVA
https://drive.google.com/open?id=1gxPFby0NqGGtKZCIpHgTJRxN2kf9nUQL
Una importante análisis de la complejidad que vivimos en este momento histórico en toda latinoamérica. Saludos
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