Recientemente se ha celebrado en Sevilla un Congreso sobre Didáctica de las Ciencias Sociales que analizaba monográficamente la situación de la participación ciudadana. La presentación del profesor FRANCISCO GARCÍA y el comentario de la relatoría de 41 comunicaciones realizada por JOSÉ ANTONIO PINEDA son dos documentos que nos permiten debatir cómo desarrollamos nosotros este asunto en nuestras aulas y en nuestra comunidad escolar. Varios miembros del Geoforo asistieron a este evento. Esperamos que puedan opinar sobre sus impresiones en relación con la problemática universal que se concreta en diferentes contextos locales.
XXIII SIMPOSIO INTERNACIONAL DE DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES: “EDUCAR PARA LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS SOCIALES” (Sevilla, 27 a 29 de marzo de 2012)
Francisco F. García Pérez
Universidad de Sevilla
Los días 27, 28 y 29 de marzo de 2012 se celebró en Sevilla (en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Hispalense) el XXIII Simposio Internacional de Didáctica de las Ciencias Sociales (http://congreso.us.es/simposiodcs/), encuentro anual que organiza la Asociación Universitaria de Profesorado de Didáctica de las Ciencias Sociales (http://www.didactica-ciencias-sociales.org/). El tema central de este Simposio ha sido la educación para la participación ciudadana, un aspecto de actualidad en el contexto de la evolución de nuestros sistemas sociopolíticos, con importantes repercusiones en el plano educativo. En este sentido deben interpretarse tanto la relevancia de la competencia social y ciudadana en relación con todas las áreas del currículum (especialmente la de Ciencias Sociales) como, más concretamente, la inclusión en el mismo del Área de Educación para la Ciudadanía, o las diversas iniciativas educativas de tipo no formal que han surgido en los últimos tiempos desde múltiples ámbitos de carácter tanto gubernamental como no gubernamental. Al hilo de estas iniciativas ha ido apareciendo una gran cantidad de literatura de investigación que está conformando progresivamente un campo científico, tanto en el nivel nacional como en el internacional, así como líneas de trabajo cada vez más definidas, como es el caso que nos ocupa: la “educación para la participación ciudadana”.
En ese sentido, el contenido del Simposio se ha articulado atendiendo a tres ejes temáticos fundamentales, a los que han contribuido, con sus contenidos, las diversas ponencias, mesas de debate y comunicaciones presentadas.
A. En primer lugar, se ha partido de los graves problemas actuales del mundo y del papel de la educación ciudadana, que no puede permanecer al margen de los mismos. Desde esta perspectiva, una de las mejores aportaciones que puede hacer el sistema educativo, desde sus diferentes ámbitos, es contribuir a la formación de ciudadanos auténticamente participativos, que sean capaces de dar respuestas creativas, críticas y comprometidas a los problemas que la sociedad les plantea, desde la implicación y la corresponsabilidad en la resolución de los asuntos colectivos.
A la temática de este primer eje aportaron sus contenidos tres de las ponencias del Simposio, las contribuciones de una mesa de debate y veinte comunicaciones. Imanol Zubero (Universidad del País Vasco) desarrolló su ponencia sobre Problemas del mundo, movimientos sociales y participación ciudadana; Juan Delval (Universidad Nacional de Educación a Distancia) sobre Ciudadanía y escuela. El aprendizaje de la participación; y Wolfram Schulz (Australian Council for Educational Research) sobre Educación para la ciudadanía y participación ciudadana. Una presentación del estudio ICCS 2009 y sus resultados. La mesa de debate 1, coordinada por Caridad Hernández (Universidad Complutense), se dedicó a Ámbitos y perspectivas de la educación para la participación (educación formal, educación no formal, perspectiva intercultural, perspectiva de género, experiencias de movimientos sociales...) y contó con la participación de Antonia Fernández Valencia (Universidad Complutense), Rafael López Atxurra (Universidad del País Vasco) y Víctor Fernández Salinas (Universidad de Sevilla). La relatoría de las comunicaciones del eje fue realizada por Ana Mª Hernández (Universidad de Extremadura).
B. En segundo lugar, y tomando como marco lo anterior, se han analizado las iniciativas que de hecho ya existen en relación con la educación para la participación ciudadana. Y esto tanto en el ámbito de la educación formal como en el de la no formal, ámbitos que comparten ciertos planteamientos, pero que mantienen especificidades; por lo que es de interés tratar los puntos de conexión entre ambos y el modo en que pueden enriquecerse mutuamente. Este análisis se ha realizado tanto desde la perspectiva de las investigaciones como de las experiencias que se realizan en torno a este campo de conocimiento.
Los contenidos de este eje temático fueron desarrollados en dos mesas de debate y a través de un elevado número (41) de comunicaciones. La mesa de debate 2, coordinada por Pedro Miralles (Universidad de Murcia), estuvo dedicada a Investigaciones sobre enseñanza de la participación, y contó con la participación de Jesús Romero (Universidad de Cantabria), Antoni Santisteban (Universidad Autónoma de Barcelona), Annie E. Wilson (Universidad de Barcelona) y Francisco F. García (Universidad de Sevilla). La mesa de debate 3, coordinada por Consuelo Díez (Universidad de Jaén), se centró en Experiencias de enseñanza de la participación ciudadana, contando con la participación de: Josechu Ferreras (Argos, Proyectos Educativos) y Dolores Limón (Universidad de Sevilla), sobre experiencias en España; Philippe Haeberli (Universidad de Ginebra) y Beatrice Borghi (Universidad de Bolonia), sobre experiencias en Europa; Francisco González (Universidad de El Bosque, Bogotá), Lana de Souza Cavalcanti (Universidade Federal de Goiás, Brasil) y Helena Copetti Callai (Universidade de Ijuí, Brasil), sobre experiencias en Latinoamérica. La relatoría de las comunicaciones de este segundo eje fue realizada por José Aº Pineda Alfonso (Universidad de Sevilla) -una síntesis de su contenido puede verse también en el Geoforo-.
C. Por último, se ha afrontado el problema de la formación del profesorado para la enseñanza de la participación ciudadana. Si bien es cierto, como ya se ha dicho, que son cada vez más numerosas las iniciativas de educación para la ciudadanía y para la participación, no lo es menos que el número de propuestas que pretenden consolidar la formación de los docentes en este terreno es mucho menor. Por lo demás, como pone de manifiesto tanto la investigación educativa como las demandas de los propios protagonistas, es evidente que la mayor parte de los docentes de los diversos niveles educativos carecen de una formación específica y sólida en el campo de la participación ciudadana. De ahí que este asunto ha de ser considerado de vital importancia si se pretende incidir en una mejora real y duradera de la educación en este ámbito.
Los contenidos de este eje temático del Simposio se desarrollaron a través de una ponencia, una mesa de debate y 37 comunicaciones. Daniel Schugurensky (Arizona State University) desarrolló su ponencia sobre El profesorado y la enseñanza de la educación ciudadana. La mesa de debate 4, con Neus González-Monfort (Universidad Autónoma de Barcelona) como coordinadora, tuvo asignada la temática de La formación del profesorado para la enseñanza de la participación en el grado y en el máster y contó con las aportaciones de Joan Pagés (Universidad Autónoma de Barcelona), Jesús Estepa (Universidad de Huelva) y Xosé Manuel Souto (Universidad de Valencia). La relatoría de las comunicaciones de este eje fue realizada por Mª Dolores Jiménez (Universidad de Almería).
Las 115 aportaciones escritas del Simposio, precedidas de una introducción, constituyen los dos volúmenes del libro de actas, bajo el título de Educar para la participación ciudadana en la enseñanza de las Ciencias Sociales y con la autoría, como editores, de Nicolás de Alba Fernández, Francisco F. García Pérez y Antoni Santisteban Fernández (Sevilla: Díada Editora y Asociación Universitaria de Profesorado de Didáctica de las Ciencias Sociales, 2012). Su contenido se halla accesible en la citada página web de la Asociación organizadora (http://www.didactica-ciencias-sociales.org/). En dicha página se hallan, asimismo, disponibles los videos de las diversas sesiones del Simposio y las presentaciones en power point de ponentes, participantes en las mesas de debate y relatores de comunicaciones.
RelatoríaGeoForo
Aprovecho estos documentos que aparecen como NOTICIA en este Geoforo para proponer un debate sobre participación ciudadana y didáctica de las ciencias sociales, que bien pudiera ser el germen de un nuevo FORO.
ResponderEliminarComentando el primer eje temático (los problemas del mundo y el papel de la educación), Francisco García nos señala que “una de las mejores aportaciones que puede hacer el sistema educativo, desde sus diferentes ámbitos, es contribuir a la formación de ciudadanos auténticamente participativos”.
Creo que para avanzar en dicha aportación sería preciso, como expone José A. Pineda, que revisemos si “se pretende educar para la participación y se termina demandando consentimiento”, lo que culmina con una pregunta un tanto rotunda:
“¿Es la escuela compatible con la participación?, que seguía a otra cuestión anterior: ¿… qué tipo de participación queremos enseñar?”
Mi planteamiento es el siguiente: podemos contribuir a la formación ciudadana para participar en los ámbitos de la esfera pública si construimos una escuela pública, no sólo por la titularidad del Estado, sino porque construimos el saber escolar desde el análisis crítico de la realidad; o sea, elaborando secuencias de actividades en relación a problemas sociales y ambientales. Pero eso supone, como indicaba Imanol Zubero (la persona que más me ha sugerido con su argumentación), cambiar las maneras de pensar en los problemas: ser capaces de sentir empatía por otras personas y situaciones y actuar desde la escuela con narrativas que permitan vislumbrar soluciones a los problemas desde perspectivas compartidas por las culturas diversas que existen en las aulas escolares.
Si no somos capaces de entender las culturas de los ciudadanos que vienen a nuestras aulas, ¿qué tipo de participación ciudadana proponemos? Creo que acierta, entonces, José A. Pineda al decir que demandamos consentimiento para nuestras tesis ilustradas, de personas con un capital cultural que creemos superior al de otras personas. Nos concedemos a nosotros mismos el derecho del poder del conocimiento y lo ejercemos con quienes están en una situación de inferioridad: los alumnos de nuestras clases. No se trata de “facilitar” los aprobados, “se trata de convencer a los niños, adolescentes y jóvenes de su responsabilidad individual”. Para ello es preciso abordar un debate ético sobre el significado de enseñar y de elaborar conocimiento social. Una tarea ardua, pero necesaria y no exenta de contradicciones, como se puso de manifiesto en el Simposio que estamos comentando.
Espero que otros miembros del Geoforo se animen a opinar sobre este asunto, pese al poco espacio que disponemos
Xosé M. Souto
En efecto, la cantidad de aportaciones sobre "educación para la participación ciudadana" enviadas al "XXIII Simposio Internacional de Didáctica d elas Ciencias Sociales" de Sevilla constituye un indicador del interés que esta temática está despertando, entre otras razones, debidoi al clamor por una democracia más participativa, frente a la deteriorada democracia representativa convencional -lo que, a su vez, no es ajeno a movimientos ciudadanos como el 15M español, que acaba de cumplir un año de existencia-. Cuando los/as ciudadanos/as constatan lo lenta e inadecuada -cuando no cómplice del inmovilismo- que es la democracia convencional para dar respuesta a los graves problemas actuales de nuestro mundo -la crisis económica, el modelo de crecimiento, la convivencia entre culturas, la persistencia de las desigualdades, etc.-, inevitablemente empiezan a buscar otros caminos -¡y sean bienvenidos!-. Pero el sistema tiene una gran capacidad para fagocitar casi todas las iniciativas; ya lo ha venido haciendo con el concepto de ciudadanía -del que se ha apoderado- y con la propia educación para la ciudadanía -ahora parece que "todo" es educación para la ciudadanía-; y así puede pasar con la participación ciudadana -que puede quedarse en un mero simulacro, sobre todo cuando supuestamente se practica con niños y jóvenes- y con la educación para la ciudadanía, que también corre el riesgo de ser un simulacro o un ejercicio de "aplicación", desconectado del compromiso social con los problemas reales. Para que de verdad pueda llevarse a cabo educación para la participación ciudadana en el marco del sistema escolar -que, por su propia naturaleza, promueve la "no participación"-, es necesario llevar a cabo una labor que podríamos llamar "contracultural" -contra la cultura escolar tradicional-, por una nueva cultura de la participación; y los/as profesores/as también tendremos que aplicarnos a nosotros mismos medidas cointraculturales, pues nuestra cultura docente suele ser tan convencional como la cultura escolar. Pero, si tenemos clara la meta y las dificultades para avanzar, algo podemos conseguir.
ResponderEliminarPaco García